Desde 1814, en la frontera norte de Argentina, todo el peso de la Guerra de Independencia recayó sobre las espaldas de Don Martín Miguel de Güemes, unos pocos soldados profesionales y la aguerrida milicia gaucha que él había formando. Los Valles Calchaquíes intervinieron decididamente en esta lucha conformando la «División de Gauchos del Valle” que participó en todas las campañas.
De allí surgieron destacados jefes como los coroneles Luis Borja Díaz y Bonifacio Ruiz de Llanos, este último, propietario de las tierras donde hoy se asienta la Sala de Payogasta,
Don Bonifacio, soldado de profesión, participó en todas la grandes batallas y tuvo destacadas acciones personales que le valieron ser llamado el “El intrépido”, mote que le aplicó el Coronel José Gregorio López en sus partes de batalla.
Se retiró con el grado de Coronel Mayor, falleció en Payogasta el 28 de Septiembre de 1870, sus restos descansan en la Iglesia del pueblo y el fortín de gauchos de Payogasta, lleva su nombre.
Antigua cruz que recordaba: «A los vencedores y vencidos de la Batalla de Salta» (al fondo, la Ciudad de Salta hacia fines del siglo XIX)
Concluída la batalla, el Gral. Belgrano hizo erigir una modesta cruz en memoria de los muertos de ambos bandos. Por pedido del propio Belgrano, el Gobierno de Salta la reemplazó por la que acá se ve, y que sobrevivió unos 60 años. Hoy la cruz está guardada en la iglesia de La Merced, en una caja de chapa y vidrio.